SIETE CONSEJOS PARA CONVERTIRTE EN UN VIAJERO SALUDABLE.
Con la emoción del viaje y las ganas de hacer muchas cosas, puedes dejar de lado los buenos hábitos saludables que tienes en casa como el ejercicio y la buena comida.
Estar de vacaciones no es excusa para olvidarnos del estilo de vida saludable que llevamos. Está bien darse un gusto de vez en cuando, pero si lo haces todos los días verás los efectos: podrías sentirte mal durante el viaje o volver a casa con unos kilos de más.
Viajar de manera saludable no es complicado. Por eso te damos siete consejos para que tus próximas vacaciones las disfrutes mucho más haciéndole bien a tu cuerpo.
1. Empaca siempre ropa deportiva
No dejes de lado tu rutina de ejercicios aunque estés de vacaciones. Ya sea que te guste correr, montar bicicleta o ir al gimnasio, necesitarás ropa cómoda y adecuada para realizar estas actividades.
2. Busca lo saludable
Es fácil caer en la tentación de comer mal durante un viaje, pero solo hace falta un poco de fuerza de voluntad para lograrlo. Elige una botella de agua en vez de una gaseosa, compra una fruta en lugar de un chocolate o un snack como maní o almendras en lugar de papas envasadas.
3. Prepara tus comidas
Si tienes la oportunidad de hacerlo, tómate el tiempo para cocinar la cena en tu habitación o preparar un almuerzo fácil de transportar. Si no, busca restaurantes que ofrezcan comida casera o elige la opción saludable del menú.
4. Pide ayuda del hotel
Si sabes que tienes alguna alergia o problema de salud, no dudes en comentarlo a la hora de registrarte en el hotel. Así te podrán dar una habitación alejada de la zona de fumadores o con una ropa de cama hipoalergénica.
5. Nunca olvides la higiene
Ten siempre a la mano un poco de alcohol en gel. Así, cuando estés por la calle o uses un baño público, tendrás una manera de lavarte las manos en caso no encuentres agua y jabón o antes de comer.
6. Empaca siempre un botiquín
Ni la persona más saludable está libre de alguna enfermedad. Si sales de viaje, lleva siempre contigo pastillas para el dolor de cabeza, la fiebre, el malestar estomacal o las náuseas. También curitas y algodón por si tienes una emergencia.
7. No olvides las vacunas
Si viajas a algún destino donde corres peligro de contraer alguna enfermedad como la fiebre amarilla, es mejor que te vacunes previamente. A veces no es obligatorio hacerlo, pero es mejor prevenir que lamentar.
Fuente: Revista Vamos